ROSA ENTRE ROSAS Y BESOS.
¡Tanto dolor! un golpe invisible,
la herida abierta en mi corazón.
El pensar, triste, lluvia de lágrimas,
cruda realidad. La tormenta de la vida
te hizo fuerte.
La llena de encantos con aromas sublimes
y pétalos suaves.
Todo es silencio ahora,
se cerraron las puertas del cariño.
Fuiste la rosa más bella que perfumó
mi vida.
Ya eres vela encendida en mi memoria
y por siempre guardada.
Con mucho amor te traje de Rumanía
la maceta "Lágrimas de la Madre de Jesus"
Ángela Paduraru
diciembre - 2008
No me extraña ¡Ángela!, que tu nostalgia, repercuta en tu mente, cuando escribes con tanta pureza. Solo los que hemos estado en tu lugar alguna vez (lejos de los seres más querido), te comprendemos.
ResponderEliminarDale larga a tu imaginación con el corazón henchido de ese amor y manifiéstalo a toda la humanidad.
Con todo mi afecto y cariño