Madre, madre ¿dónde estás?
Tengo fuerzas de marcar distancia.
Con mi soledad me siento,
con tu bondad me quedo.
Un ramo de flores espera,
con mis lágrimas lo mojo
y no quiero secarlo.
Encima tienes una piedra fría, fría.
Llamo al sol para que le dé calor,
llamo a mi familia para acompañarte.
Tu recuerdo está siempre presente.
Nunca es bienvenida la muerte,
que llega, nos toca y nos lleva.
Llegará el día en que nos encontremos
en el cielo,
MADRE QUERIDA
Ángela Paduraru
En tu largo caminar por estas tierras ¡¡Extremeñas!!; veo, que tienes, muchas personas que te aprecian; eso es una cosa grande y bonita, procura que tu instancia en este Almendralejo, querido para ti, siempre el recuerdo, lo lleves lejos, allá junto con tus familiares.
ResponderEliminarUn saludo.